Enrique Mora Tudela, o lo que es lo mismo, Enric deSombra, es un barcelonés nacido en 1971. A punto de cumplir los 51 años, “he respirado música desde que nací. Vengo de una familia muy musical”. Aunque sus padres eran de “origen humilde” siempre “estuvieron conectados con la música desde muy jóvenes” pero “no profesionalmente. De niña, mi madre estudió piano en el Liceo de Barcelona y mi padre cantaba en una banda de rock and roll de su época, ‘Los Craters’. Hacían versiones de los ‘Beatles’, Elvis, canción italiana... Lo que estaba de moda entonces”. Aunque nunca “fueron famosos, llegaron a tocar con los ‘Sírex’ y ’Los Salvajes’. También mis tíos, los hermanos de mi padre, hicieron sus pinitos de jóvenes”.

Pronto comenzó a tocar “una guitarra acústica vieja que me dio mi tío y aprendí como se aprendía entonces, que era tan sólo tocando encima de la música que escuchabas e intentando hacerlo igual. Que nunca lo hacías igual, pero de ahí salían otros sonidos interesantes y así terminabas creándote tu propio estilo”.

Enric asegura que ahora “todos los chavales van a escuelas de rock y aprenden a tocar exactamente igual que los grandes ‘guitar héroes’, pero no veo a mucha gente que tenga su propio estilo. Cada día más estamos viviendo en una cultura de la simulación: no se valora la divergencia, se valora que seas capaz de clonar el estilo de los músicos famosos. Aunque debo decir que yo también asistí a una escuela de música moderna a los 15 años y el primer curso lo aprobé todo, pero el solfeo era un coñazo y ya no me matriculé al segundo curso”.

A él se gustaba y le sigue gustando “rascar las cuerdas de la guitarra con todas mis fuerzas, no leer partituras. Pero allí hice mis primeros conciertos con mis compañeros de clase, tocábamos versiones de los ‘Cure’ y ‘U2’, que era lo que nos gustaba entonces, aunque a mí me siguen gustando”.

Con el tiempo montó su “primera banda con algunos amigos del instituto y dimos algunos conciertos, la experiencia fue muy buena pero no tardamos en separarnos por tontunas de la edad. No importa, uno de aquellos chicos sigue siendo uno de mis mejores amigos y eso es lo más importante. Y éstos fueron mis inicios en la música, nada serio pero fue bonito”.

Ya en 2009 comienza la parte ‘seria’ de Enric deSombra. “Formé el ‘power trío’ ‘Tren de Sombras’ junto a Héctor Gómez y Carlos Santín; éste fue mi debut como cantante-guitarrista, hasta entonces sólo había tocado la guitarra en diversas formaciones poco estables. Con Héctor y Carlos hacíamos un buen ‘ensemble’ y estuvimos juntos más de 10 años”.

A partir de ahí el estilo de ‘Tren de Sombras’ evoluciona “a una especie de pop-indie-rock con resaca 90s, hasta un mucho más oscuro synth-postpunk con apuntes prog. Creo que hicimos cosas bastante dignas y diría que al menos unas cinco o seis canciones cojonudas, que por supuesto nunca trascendieron porque nunca supimos vendernos bien. Éramos como un científico loco de Serie B inventando cosas raras a espaldas del mundo”.

De ‘Tren de Sombras’ surgió el que actualmente es un colectivo puntero en “la escena de música instrumental/experimental española, ‘Etérea’. Inicialmente Etérea no fue otra cosa que las ‘jam sessions’ que ‘Tren de Sombras’ hacíamos en nuestro local de ensayo, a las que invitamos a otro músico que conocíamos, David Chispi, que básicamente añadía sonidos envolventes ululando a un micro que tenía conectado a un montón de pedales de guitarra. De esta forma grabamos dos primeros álbumes y después, por motivos personales me ausenté del proyecto, que hasta hoy ha seguido tirando por otros derroteros y con sucesivos cambios de componentes. Pero puedo afirmar que los dos primeros álbumes de Etérea fueron básicamente ‘Tren de Sombras’ + David Chispi”.

El confinamiento hace que Enric deSombra y su mujer se trasladen de Barcelona a la Costa Dorada y a partir de ahí ya no se puede mantener la dinámica de ensayos semanales de ‘Tren de Sombra’, por lo que la banda termina por “disolverse de forma totalmente amistosa”. Por otro lado, Enric siente la necesidad que “grabar cosas solo y a partir de la mudanza me vuelco en ello, amén de algún otro proyecto como la escritura de un libro de poemas, ‘El océano puede esperar’ que al fin ha visto la luz a principios de este 2024”. La presentación del libro cuenta además con un pequeño concierto de Enric deSombras. “Es una actuación ‘músico-sonora’ . Las llamo así porque no se trata sólo de cantar canciones, sino que también suelo interpretar música incidenta l improvisada como telón de fondo para recitar mis poemas. Intento crear una experiencia sonora inmersiva alrededor del libro, mezclando palabras y sonidos, y una pizquita de teatro”.

A la hora de componer va “probando cosas con la guitarra y me dejo llevar hasta que sale algo que me suena bien; entonces tarareo encima para encontrar una melodía, y por último le pongo palabras. Para mí una buena canción casi siempre empieza por la música; es muy raro que yo haga una canción partiendo de la letra. Y soy de los que piensan que menos es más: evito poner muchos arreglos o desarrollos enrevesados”

Y aunque no le gusta mucho hablar de sus influencias musicales porque muchas veces se habla “con la intención de influir en la opinión de los oyentes”, siempre le ha gustado mucho “The Cult, The Cure, Lou Reed, Iggy Pop, David Bowie, Brian Ferry, Neil Young, PJ Harvey, Beck, Johnny Cash, Nick Cave, Sonic Youth, Michael Gira, Nine Inch Nails, los Pixies, los Ramones, los Rolling Stones de los 70s… y un largo etcétera; mayormente pop-rock anglosajón. De españoles o hispanohablantes, Radio Futura siempre será mis favorito”. Enric deSombra, más que de influencias, prefiere hablar de “tu trabajo y dejar que los oyentes piensen lo que quieran y no pretender decirles lo que tienen que pensar”.

Musicalmente puede decirse que “hago canción de autor, pero intento distanciarme de la clásica figura del cantautor de toda la vida, desde una actitud totalmente DIY e incorporando a mis canciones diversos géneros y sonidos más alternativos como el dreampop, el shoegaze, el dark ambient o la música experimental”

Su alias, Enric deSombra se configura como “una especie de pantalla donde puedo proyectar cualquier cosa que me apetezca, desde música hasta poesía hasta quién sabe (últimamente hago mis pinitos con el teatro y la arteterapia); y todo en modo ‘work in progress’ desarrollándose a vista del público, que puede ir viendo todo el proceso creativo para bien o para mal. Apenas empecé a reunir, ya no canciones nuevas, sino tan sólo algunos pasajes instrumentales, me lancé a tocar yo solo por la Costa Dorada, armado con una guitarra, un ampli y una buena pedalera de efectos. Salgo a actuar sin tener un repertorio totalmente acabado o cerrado; hago mucha improvisación y por supuesto siempre hay pequeños accidentes, felices o no. Pero también hay siempre momentos interesantes y a veces hasta emocionantes”. ‘Surf con pies de plomo’ es una de esas obras que hacen que te quedes a escuchar.

Con respecto a la problemática de los autores asegura que por propia vivencia no es “tan exhaustiva” pero suele ser “la falta de información u opciones a la hora de defender sus derechos por el trabajo que hacen. A menudo es muy difícil discernir diferentes conceptos como: derechos de autor, derechos de reproducción, derechos de sincronización etc.; y también a menudo no se sabe a quién recurrir para informarse mejor. Hasta hace muy poco no ha habido, o así me parece, un debate abierto sobre estas cuestiones y al parecer tampoco había muchas opciones para elegir. En definitiva sucede que las personas que se dedican o quieren dedicarse a componer canciones, por lo que sea no suelen estar muy versadas en aspectos legales, y hasta hace poco se ve que no había un gran interés por hacer difusión de todo esto y regularizar un poco este sector”.

Y las condiciones laborales no van mucho mejor, asegura que “es muy complejo decirlo de forma global. Depende mucho de la clase de compositor o instrumentista que seas. Por ejemplo, yo creo que algunas bandas de versiones para verbenas y fiestas mayores deben ganarse la vida muy bien, pues los ves llegar a cualquier pueblo con un camión con remolque gigantesco, con un montón de equipos de sonido y luces totalmente profesionales, incluso con personal para el montaje… O sea, que algunas bandas de versiones ya son verdaderas empresas con una inversión de la hostia, entonces ahí tiene que haber buen negocio. Pero si eres un cantautor o una banda con repertorio propio, pues tu actividad es mucho más precaria, por no hablar ya si haces algo un poco experimental… No tengo suficiente visión o conocimientos para decir cómo podría implementarse un suelo común para todo eso, ojalá que alguien lo sepa”.

Enric deSombra lleva en SEDA desde 2022. La conoció “supongo que como mucha gente, buscando en Internet alguna entidad de gestión de derechos de autor que fuese transparente y sobretodo cercana al usuario, es decir que sin muchas complicaciones me facilitase el trámite de registrar mi música y gestionase mis derechos sobre ella. Ya con las primeras búsquedas, enseguida apareció SEDA como la primera entidad que me proporcionaba todo eso y además me ofrecía un soporte personal constante para cualquier duda o solicitud de información. Casi inmediatamente sentí que no tenía que buscar más, que SEDA ya me daba toda la seguridad y confianza que necesitaba”,

Actualmente Enric deSombra publicará “un disco de música experimental improvisada integralmente con guitarra. Son piezas sonoras bastante oscuras que me han salido tocando en casa y las he capturado tal y como salieron, sin añadir ni modificar nada. Es sonido real que acontece en tiempo real y en un espacio real, no en el interior de un disco duro. Quiero reivindicar esa cualidad física y eventual del sonido, es algo quizás más cercano al concepto del Arte Sonoro”.

Todo lo que quieras saber de Enric deSombra lo puedes conocer en sus perfiles de Spotify , Instagram

https://open.spotify.com/intl-es/artist/3rAQzid68p2Yx6VzYrdOjM?si=YETOrIFVReuFNTWT7pJciw

https://enricdesombra.bandcamp.com/track/hoy-todo-saldr-bien

https://www.jamendo.com/artist/542656/enric-desombra/singles